Por normativa europea, todos los coches nuevos homologados en la Unión Europea desde julio de 2022 deberán llevar obligatoriamente un dispositivo tipo “caja negra” similar a la que llevan los aviones. Según la DGT será obligatorio en España a partir del 16 de julio de 2022.

Con el objetivo de reducir la mortalidad de los accidentes en carretera, la Dirección General de Tráfico prepara un nuevo protocolo que deben cumplir nuestros coches para que estén homologados y podamos circular con ellos. Para ello, nuestro coche deberá llevar la “caja negra”.

Como su nombre técnico indica, Registradores de Datos de Eventos (EDR), se encargará de registrar todos los datos relevantes de nuestro vehículo y sus ocupantes en caso de sufrir un accidente. Grabará todos los datos durante los 30 segundos previos al siniestro y los cinco posteriores. El objetivo es registrar y almacenar datos relevantes para poder conocer lo que ha ocurrido antes, durante y después del siniestro vial. De esta manera éste se podrá reconstruir y determinar su causa y evaluar el funcionamiento de los sistemas de seguridad vial del vehículo y otros parámetros que ayudaran a luchar contra las infracciones e influir de forma positiva en la conducción.

La información recopilada es anónima, por lo que no guardará datos personales ni tampoco se realizarán grabaciones de imágenes ni de audio del interior del vehículo con tal de proteger la privacidad del conductor y los pasajeros.

Según la DGT, la “caja negra” puede registrar más de 15 variables: velocidad del vehículo, frenada, revoluciones del motor, fuerza del impacto frontal y lateral, ubicación, movimientos de dirección, posición del acelerador y funcionamiento de los sistemas de seguridad como los airbags, cinturones o determinados asistentes.

También grabará parámetros de situación como el lugar, el día o la hora en el momento del siniestro, pero no podrá almacenar datos del itinerario del vehículo, como el punto de origen, las paradas realizadas o el destino programado.

La caja negra se situará en la centralita de los airbags, normalmente bajo el asiento del conductor, y está atornillada al chasis. Tiene el tamaño aproximado de un teléfono móvil y contiene un microchip que es el encargado de grabar los datos. Así, en caso de accidente, el investigador solo tiene que conectar la “caja negra” a un ordenador de diagnosis para obtener todos los datos registrados de manera inmediata.

Según un estudio del Parlamento Europeo se podrán evitar hasta 25.000 muertes y más de 140.000 heridos graves en Europa durante los próximos 18 años. El objetivo de la DGT es llegar a la mortalidad 0 para el año 2050.

Puedes ampliar la información aquí.

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