El estrés en la conducción ocasionado por el COVID-19 es una realidad. Carreteras vacías, menos ruido al volante, más tranquilidad… Pero también mucha más incertidumbre y sensación de descontrol.

El impacto del coronavirus en nuestras emociones ha estado presente desde el principio. Como seres humanos que somos estamos habituados a rutinas en todos los sentidos, de modo que alterar las mismas impactará de una forma u otra en nuestra estabilidad emocional.

No hay que olvidar que sentimientos como el estrés o el miedo influyen enormemente en la conducción, ya sea afectando a nuestra concentración, a nuestra capacidad de reacción o disminuyendo nuestra confianza al volante.

Los nervios pueden afectar a cualquier conductor, pudiendo tener consecuencias negativas como un mayor riesgo de accidente. Según datos de la Fundación para la Seguridad Vial, aproximadamente un 20% de los accidentes de tráfico tienen relación con la presencia de estrés. 

Muchas personas requieren el uso del automóvil para llevar a cabo desplazamientos justificados, como ir al trabajo o a la farmacia. 

Centrándonos en los trayectos por causas laborales, a día de hoy hay cantidad de sectores trabajando codo con codo para garantizar la prestación de servicios esenciales. No sólo eso, sino que muchos se someten a una mayor presión sabiendo que de ellos depende en gran parte la salud de muchas personas. Además, al hecho de saber que de nosotros puede depender la salud de los demás, se le suma el miedo al propio contagio. Es el caso de los conductores de servicios sanitarios, ambulancias, personal de hospital o residencias, bomberos, policías, etc.

¿Qué podemos hacer ante la presencia de estas emociones?

Es importante comprender la base del miedo y del estrés. Ambos surgen normalmente al enfrentarnos a una situación que implica responsabilidad y toma de decisiones. En un momento dado, puede ser que nuestra mente nos “alerte” de que quizás no sabremos actuar con total claridad. En estos casos es recomendable disuadir estos pensamientos y reemplazarlos por otros que aporten una dosis de confianza y seguridad, aunque en muchos casos no sea nada fácil.

Si intentas relajarte y observas que las emociones son más fuertes que tus pensamientos, lo mejor es que detengas el vehículo en un lugar seguro y se lo comuniques a tu entorno de confianza. Si los nervios y la inseguridad se han apoderado de ti, es probable que ellos sepan ayudarte mejor en estos momentos.

Finalmente, los expertos en Seguridad Vial apuntan los siguientes consejos para reducir el estrés en la conducción por el Covid-19 y así lograr una calidad óptima de la conducción:

  • Evitar el consumo de sustancias estimulantes en el vehículo como el café
  • Mantener una correcta hidratación
  • Si queremos oír algo, mejor priorizar un tipo de música que nos relaje y evitar la sobreinformación referente a la pandemia
  • Coger el vehículo estando descansado/a
  • Evitar el consumo de alcohol

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