Que la gente vive conectada a sus teléfonos móviles es un hecho, aunque ello nos ha traído bastantes beneficios a la hora de generar conexiones con el mundo que nos rodea, a su vez también a generado inconvenientes, en el caso del uso del móvil en el coche comporta distracciones innecesarias y altamente peligrosas.
Según los últimos estudios, el 12% de conductores y el 31% de peatones hace uso habitual y peligroso de las redes sociales. Además, estos porcentajes se incrementan día tras día.
Si años atrás era posible ver a alguien con la mano en la oreja, con la llegada de las redes sociales la situación empeora, ya que si en la primera escena, el conductor permanecía con la vista puesta en la carretera mientras efectuaba la llamada, en esta segunda, no solo leen, sino que también redactan mensajes.
Y si se creía que no se podía ir a peor, la posibilidad de compartir vídeos o fotografías instantáneas, parece un aliciente más que suficiente como para justificar la distracción. 530.000 conductores reconocen haber sufrido un percance o accidente por culpa de una distracción i aún así estas cifras van en aumento.
Creer que la culpa de esta situación es únicamente del conductor es un error, la misma responsabilidad tiene quien provoca ese uso. Si nos centramos en las cifras, un 61% de las personas realiza llamadas a otras sabiendo que éstas van conduciendo, y un 66% les hace llegar algún mensaje (Whatsapp, Telegram, SMS…).
Lo irónico de todo esto es que el 90% de las personas se han planteado que esa actitud puede provocar un accidente, además de un riesgo claro para la vida de esa persona y de los viandantes, conductores o pasajeros que se crucen por su paso.
La teoría nos la sabemos todos, desde Alas recomendamos encarecidamente que hagáis un uso responsable de los teléfonos móviles, ya que no solo os enfrentáis a posibles multas, perdidas de puntos o de carné, 400 personas mueren en las carreteras por el uso indebido de ellos.