En la pequeña ciudad alemana de Wiesloch se puede encontrar una placa conmemorativa donde se puede leer “Erste tankstelle del Wert”, o lo que es lo mismo “la primera gasolinera del mundo”. Lo más sorprendente de todo esto es que la primera gasolinera era realmente una farmacia.
¿Por qué una farmacia ejerció como gasolinera?
Todo se remonta al año 1888, dos años después de que Karl Benz lanzara al mercado el primer coche con motor de combustión interna. La mujer de Benz, cogió prestado un Benz Paten-Motorwagen Nº3 para ir a visitar a sus padres. Tenia que hacer un viaje de 80 km en un vehículo que alcanzaba los 20km/h como máximo. Lo que sucedió, es que durante el trayecto tuvieron que rellenar el depósito de combustible y lo hicieron en la farmacia del Sr. Willy Ocke. Compraron unos litros de Ligroin, un producto derivado del petróleo que se empleaba para la limpieza. Esa fue la primera vez que un vehículo repostaba para continuar su marcha.
Antiguamente, los der ivados del petróleo, como los disolventes y quitamanchas, se vendían solamente en las farmacias, por lo que la gente que disponía de un automóvil tenía que acudir a una farmacia para comprar combustible.
Al principio, los conductores eran los que llevaban sus propios recipientes para recoger los hidrocarburos y lo hacían en botellas garrafas o incluso lecheras. No había seguridad y sucedían muchos accidentes.
Las primeras gasolineras parecidas a las que conocemos hoy en día llegaron bastante más tarde.