Los sistemas de control de la presión de los neumáticos (TPMS), aunque son extremadamente importantes y un requisito de seguridad obligatorio en los vehículos nuevos que se venden en los la Unión Europea, son aún un tema desconocido por muchos de los conductores de nuestro país.

En el Parlamento Europeo decidieron que todos los coches homologados a partir de noviembre de 2012 tenían que incluir de serie el sistema de control de presión de los neumáticos (TPMS), una obligación que se extendió a todos los vehículos matriculados desde el 1 de noviembre de 2014.

Aunque son considerados una parte discrecional por la mayoría de los conductores. Esto significa que los sistemas TPMS se consideran «opcionales», ya que el vehículo seguirá funcionando sin que funcionen por completo. Francamente, un vehículo lo llevará del punto A al punto B sin un sistema TPMS en funcionamiento.

Por naturaleza, como parte discrecional, añadir un sensor TPMS en un vehículo nuevo como opcional o comprarlo como accesorio de repuesto no es tan fácil como comprar una bujía nueva, una batería nueva, un motor de arranque nuevo… o cualquier otra parte que sea absolutamente necesaria para hacer funcionar el vehículo.

Entre los muchos de los beneficios de un TPMS en pleno funcionamiento, son el mejor manejo y frenado del vehículo, una mayor vida útil de los neumáticos. Los neumáticos requieren de menos intervenciones, y evidentemente tienen una alineación y desgaste más equitativo, lo que significa un ahorro mayor en neumáticos para el conductor, pero también para nuestro planeta, menos neumáticos desechados y reciclados.

Según diferentes asociaciones de conducción y otros organismos independientes los conductores pueden mejorar su kilometraje en carburante hasta en un 3.3 % si mantienen sus ruedas infladas a la presión adecuada. También estiman que el TPMS reduce a la mitad (56 %) la probabilidad de que un vehículo tenga un accidente por un mal desgaste del neumático o simplemente un reventón.

Los reventones son causados por baja presión de aire, sobrecarga del vehículo, sobrecalentamiento o cualquier combinación de estos. Un TPMS en funcionamiento puede advertir a los conductores antes de cualquier señal de explosión. Por ello el conductor puede solucionar el problema antes de que se convierta en un problema mayor.

Es por ello, que todos son beneficios por lo que respecta a este dispositivo de seguridad.

¿Pero como funciona realmente?

Es un sensor ubicado en la válvula de la rueda. En este caso cuenta con tres componentes: cuatro módulos sensores-emisores instalados en cada válvula de las ruedas (también puede incluirse uno en la rueda de repuesto). Estos módulos se alimentan por una pila de litio con una duración aproximada de 10 años. También incluyen la unidad de control del sistema y una antena de alta frecuencia o receptor bajo la carrocería. Este sistema es más fiable porque conoce la presión exacta en todo momento y es capaz de detectar variaciones de 0,2 bar. También es un sistema más costoso.
Así que, ahora que ya conocen como funciona y cuáles son todos sus beneficios para tener estos dispositivos al día, la recomendación de Alas Estaciones, es que mantenga al día siempre estos dispositivos y le invitamos a que verifique la presión de sus neumáticos en cualquier de nuestra red de estaciones. Será un auténtico placer poder ayudarle.

¡Feliz viaje!

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